El pasado 27 de julio fuimos convocados un grupo numeroso de activistas de la red, cuyo denominador común además de nuestro activismo digital, es que hemos participado de forma más o menos intensa en la última campaña electoral al Barça.
La mayoría eran caras muy conocidas. Podría parecer que era una reunión de amig@s,
sino fuera porque en esta ocasión nos citábamos en la calle Arístides Maillol s/n de Barcelona, en el Camp Nou.
El motivo del encuentro era dar el primer paso de una de las promesas electorales realizadas durante la campaña. Más transparencia, accesibilidad, apertura, coherente con una visión dospuntocero (pido disculpas) que uno de los miembros de la junta entrante lleva en su ADN y que supo inculcar al nuevo presidente del club cuando todavía no era ni candidato. Un nuevo mantra bajo el que poco a poco intentará ‘convertir’ hasta la última persona de la organización de la entidad. No será tarea fácil, ni dentro ni fuera.
Los asistentes estábamos expectantes. No había orden del día, tampoco hacía falta. En cierto modo esperábamos este momento desde hace muchos meses.
La presencia del miembro ampurdanés de la junta directiva (sin corbata y en camiseta), junto al nuevo director general de la entidad, además del director de comunicación y el responsable de prensa de la entidad, daban oficialidad al encuentro.
Las cartas sobre la mesa “queríamos tener este encuentro para oficializar el compromiso de la entidad” comentaba el director de comunicación. Todavía quedan muchos aspectos por concretar que tras el parón veraniego se está definiendo. No se sabe ni el nombre de la cosa, ni el número definitivo de participantes, ni si sólo estos o más, aunque sabemos que el núcleo duro no será muy numeroso.
Todavía hay mucho por concretar. El rol se intuye. Esto no va ni de “loritos” ni de “palmeros” oficiales. Se pretende que la relación sea intensa con un contacto personal asiduo, pero sin teledirección y con total independencia. Lo que queda claro es la vocación aperturista de la nueva junta directiva del Barça, de abrir camino y –también- de hacer historia en este ámbito.
Será la primera vez que un club adopta esta actitud, algo impensable no sólo en su etapa anterior, sino en cualquier entidad de talla internacional. Desde ya, queda abolida la ley seca informativa en el Barça, al menos esta es la intención.