Tener una vida con sentido y un sentido para vivir son imprescindibles. Por eso, tenía pendiente la lectura de Propósito Transformador Masivo de Ángel María Herrera y Francisco Pala. Este libro es una oportunidad para transformarse y hacer un viaje personal, reescribir la historia de una vida y orientarla a una misión sólida.
Un Propósito de Transformación Masiva (o MTP) te dará motivos y razones para encarar tus retos en los negocios o en tus relaciones. Te ofrecerá una visión clara en una era que ha cambiado por completo la versión del mundo como lo conocíamos. En momentos de crisis profundas, tener a la mano un porqué será un salvavidas. El libro ofrece técnicas y herramientas que unen saberes de distintas disciplinas para el desarrollo humano y organizacional que te guiarán hacia tu mejor versión (esto es lo que prometen los autores).
La trascendencia de cada persona está en su propósito vital.
Todos tenemos un propósito en la vida, ya sea uno gigante y revolucionario o uno más acotado y pequeño. Todos los propósitos son un motor indispensable para trazar la línea de vida y no perder el foco de lo que resulta realmente importante para alcanzar tus metas y anhelos.
Se trata de hacerse algunas pregunta complejas quie quizás aporten respuestas soprendentes ¿Qué huella quieres dejar en el mundo? No tienes que escribir un tratado al respecto, una frase concreta bastará para alimentar tu vida y entorno para siempre. Conforme un individuo o una organización crecen y se realizan según su propósito, más pueden encaminarse a contribuir positivamente (y hasta exponencialmente) a resolver problemas de la comunidad o el planeta entero.
Es importante usar la tecnología como una aliada, pues la cuarta revolución industrial tendrá consecuencias exponenciales.
Las nuevas tecnologías dirigen el ritmo al que se desarrollan el mundo, la industria y la ciencia. Aspectos como la IA, la biotecnología, las impresiones 3D, la robótica o la tecnología del IoT cambiarán por completo el mundo tal como ahora se le conoce. En poco tiempo, todas estas innovaciones, producto de la llamada cuarta revolución industrial, dictarán las nuevas reglas mundiales.
Las “organizaciones exponenciales” –aquellas que sean capaces de adaptarse a los vertiginosos cambios, generar nuevos modelos de negocio y mantenerse en la innovación– serán las que mejor sobrevivan a esta ola. Estas organizaciones que lideran el mercado actual y que muestran el camino para crecer de forma acelerada y manejar abundancia sustanciosa en rentabilidad, clientes y funciones se han decidido a definir su Propósito Transformador Masivo (MTP) y ese es uno de sus cimientos más importantes.
Hallar tu propósito podría ser más importante que hallar la felicidad.
Los autores afirman que las personas suelen creer que la felicidad es lo más importante y que para lograrla habrá que tener salud, dinero y amor. Sin embargo, ¿qué es de la vida o la felicidad sin un propósito, sin algo que la encauce? Así, podríamos preguntar: ¿qué es un propósito? Bien vale decir que, contrario a lo que muchos pensarían, el propósito no es lo mismo que la pasión o el talento.
Aunque puede coincidir con una pasión, el Propósito Transformador Masivo, como lo dice su nombre, se refiere a un proceso que genera un impacto de forma colectiva, no individual. Se trata del impacto que alguien quiere generar para sí mismo y los demás; no es algo que se consigue solo para obtener beneficio o bien personal, sino que se hace para dejar una huella en los otros.
Si se trata de definir el propósito de una organización debe definir cómo se impactará en los demás, es decir, hay que considerar al mundo. No se trata de pensar en cómo será la empresa en el futuro y tampoco en cómo pretende lograr tus metas; se tata de describir por qué has fundado esta empresa. Ello implica asumir un mundo en el que la tecnología coadyuva a un crecimiento exponencial. Empresas como Airbnb, Google, TED o Tesla han echado mano de la innovación y se han conectado con esa visión en su operación, su impacto y su valor. Un propósito conciso y fuerte debe inspirar a los demás a sumarse a la causa en común.
El “canvas” del MTP te permite poner en práctica una metodología para lograr los resultados esperados
Llegar a un MTP es un proceso que lleva tiempo y requiere calma, honestidad, claridad y compromiso. Contar la historia personal (de dónde se viene, en dónde está y hacia dónde va) es el primer paso para llegar al resultado.
Existen algunos pasos y elementos indispensables que, diseñados en una plantilla, concretarán el MTP. Todos los conceptos listados a continuación requerirán de un trabajo personal dedicado en tiempo y compromiso:
- “La historia” – En este primer paso, lo más importante es descubrir la verdadera historia de vida, diferenciar entre la historia que hay en el interior de cada persona y la historia que se cuenta cada persona en su interior. Bien vale la pena discernir entre lo que realmente le mueve y es trascendental, de lo que parecería serlo, pero en realidad es un espejismo.
- “El héroe” – Descubrir al héroe que llevas dentro a través de un trabajo de introspección profundo te ayudará a conectar con tus dones, tu vocación y tus verdaderos deseos en la vida. Una vez hallado este personaje podrás contar por tí mismo cuál es tu propósito.
- “El mundo” – ¿Cuál es el entorno de este héroe? ¿En qué lugar se desenvolverá y con quiénes? ¿Cuál es el reto que este héroe enfrentará en el mundo?
- “El viaje” – Todo héroe lleva en su historia un viaje especial, un recorrido particular que marcará su experiencia y trayectoria. El viaje de este héroe o heroína será una aventura para llegar justamente al lugar anhelado.
- “Los valores” – Son aquello que se convierte en el motor del personaje. Aquello que mueve al héroe a elegir una u otra ruta, uno u otro logro, misión o servicio. Los valores se adquieran en la escuela, el hogar, el trabajo o la vida misma. Se van construyendo y eligiendo poco a poco, y configuran la personalidad y la toma de decisiones. Cuanto mejor se conozcan cuáles son los valores que rigen la conducta, más cerca se estará del MTP. Es recomendable hacer una lista de los siete valores más importantes y con mayor peso. Es deseable actualizar esta lista cada año.
- “Los anhelos” – Un anhelo es aquello que no da descanso hasta conseguirse. Existirán cosas que puedan llenar un hueco emocional por momentos, pero un anhelo genera un vacío constante y, a la vez, un impulso. Generalmente, los anhelos comienzan a entrelazarse en la infancia, por lo que identificar y enlistar los eventos más simbólicos y potentes desde la infancia hasta el momento actual será indispensable. ¿Cuáles han sido los momentos e hitos de tu vida? Ten en cuenta los agradables y los que no lo han sido. ¿Con que emociones los asocias? ¿Enojo, felicidad, tristeza, alegría o miedo?
- “El súper poder” – Es aquello que mejor sabes hacer; lo que lo te hace despertar cada mañana. Ya se ha dicho que el propósito no es lo mismo que un don o que una pasión; sin embargo, un propósito que no se camine con pasión y haciendo uso de los dones no podrá cumplirse. ¿Qué sostiene tu vida y sus anhelos profundamente? Un súper poder se compone de destreza, belleza, motivos y servicio a la comunidad. Puede construirse con aquello que amas, tu pasión y visión, tus habilidades más destacables, lo que el mundo puede beneficiarse de ellas, una profesión o vocación y un bien que los demás podrían estar dispuestos a pagar.
- “El reino” – Hay que situar la historia en un determinado momento espacio-temporal. Estudiar y describir con detalle el entorno social y cultural te ayudará a determinar cuáles son las herramientas más adecuadas para enfrentar los problemas para llegar a más gente, sin romper con los valores de la comunidad.
- “Los habitantes” – En este punto hay que determinar sobre quién se va a generar el impacto y hay que conocer con mucha profundidad a estas personas. Para ello existe un “mapa de la empatía” en el que hay que identificar lo siguiente: qué piensan y qué sienten, qué oyen, qué ven, qué dicen y hacen. Estas preguntas básicas ayudarán a conocer mejor a ese segmento de personas que se involucrarán en la historia y el propósito. Tal como en una historia de caballería, habrá que determinar quién es el enemigo, el ayudante y el defensor de la causa.
- “El reto” – ¿Qué es aquello que se puede mejorar en la comunidad y en el entorno? En este ejercicio podría imaginarse que alguien te regala mil millones de euros y te advierte que solo puede gastarlos en construir un mundo mejor. ¿Cuáles serían las tres cosas que podrías mejorar con ese dinero? ¿Cómo lo harías? ¿Con qué herramientas? ¿Te hace feliz esta misión? Si no lo hace, busca hasta que encuentres una causa que te haga sentir realmente satisfecho.
- “La huella” – ¿Qué es eso particular que tú dejarás en el mundo? ¿Cómo lo harás? Estas dos preguntas son de lo más complejo de responder. No obstante, al haber realizado los ejercicios anteriores notarás que te resultará más fácil determinar los objetivos que te acercan cada vez más a tu propósito.
- El MTP – Ahora estás preparado para redactar el Propósito de Transformación Masivo y para hacerlo hay que concebir la idea de que este propósito es único, es decir, conservarás su esencia y poder, aunque el mundo cambie y tú también. De ahí la importancia de la profundidad y la claridad del MTP. Tal como se quitan las capas de una cebolla, es necesario llegar al fondo real del propósito, de aquello que responde a por qué haces lo que haces. ¿Para qué conseguir esto? ¿Para qué lograrlo para la gente y para tí?
Revisar y comprobar que tu MTP es un propósito sólido resulta fundamental para sostenerlo a largo plazo.
Aunque el propósito se trabaja poco a poco con los pasos anteriores, es indispensable comprobar que se ha obtenido un MTP lo suficientemente cimentado, fuerte y orientado para que realmente resulte a prueba de todo. En primer lugar, un MTP debe ser comprensible en una frase corta que no se preste a confusiones ni interpretaciones ambiguas, debe contener el por qué y el para qué de la acción descrita.
Tal como cada ser humano es único e irrepetible, el Propósito Transformador Masivo debe ser original, audaz y no dejar mucho lugar a competencia o imitaciones, y ello se logra cuando el proyecto incluye el disfrute, cuando cumple con dos condiciones indispensables: 1) es inteligente y motivador, audaz, potente y 2) es un imán para los demás porque quiere mejorar y contribuir a su mundo, a resolver retos o problemas.
Es verdad que lograr un MTP de esa naturaleza y con esas características podría parecer apabullante. Quizá ya tienes tu propósito escrito, lo leas y lo releas y pienses que parece bastante imposible e inalcanzable. Si esto te ocurre, es una buena señal. Tener un MTP demasiado ambicioso no es un impedimento; al contrario, quiere decir que tendrás una transformación proporcional a tu propósito y eso te comprometerá todavía más con la meta.
Una prueba rápida te ayudará a identificar la fuerza y audacia de tu propósito.
Existen distintas pruebas para comprobar la solidez de tu propósito. Algunas de las características más importantes ya han sido mencionadas. Sin embargo, hay una forma rápida y concisa de saber si tu propósito funciona. Guiándote por las iniciales, podrás ponerlo a prueba usando las siguientes preguntas guía:
- P (Propósito) – ¿Es realmente importante y significativo? ¿Es un motor de cambio real?
- T (Transformación) – ¿Tu propósito es tan audaz como para generar un cambio radical?
- M (Masivo) – ¿Tu propósito es tan audaz e inspirador como para llamar a un gran número masivo de personas?
De igual forma, existe una prueba que también involucra tres palabras: coherencia, integridad y consistencia. En primer lugar, el MTP debe ser coherente, es decir, que tiene que estar conectado con toda la historia del canvas y sobre todo debe ser coherente contigo, sus valores, anhelos y emociones. Al ser íntegro, al MTP no le deberá faltar nada, pero tampoco sobrar, así que en este punto podrían eliminarse las cosas que sean prescindibles pero que no le quiten el sentido primordial.
Por último, debes ser consistente, es decir que su esencia no se pierda con el tiempo, aunque pueda tener pequeñas transformaciones. El MTP debe ser estable y su esencia permanente.
Es importante considerar que cada propósito se sostendrá en los dones, talentos y compromisos surgidos en la construcción de la maqueta canvas. Aunque se trata de una frase corta, puntual y clara, el PTM es una proyección concreta del arduo trabajo personal que se ha realizado para contar la historia, encarar las emociones más difíciles, hallar al superhéroe interior y tener claros sus retos en el mundo.
Lo importante es enunciar tu MTP de manera tangible y ponerlo en marcha lo más pronto posible.
Después del profundo trabajo que ha realizado, y una vez que has puesto a prueba su MTP, es necesario materializarlo, es decir, darle un espacio tridimensional y que no solo se quede en hojas de papel con ideas o conceptos. Para ello es posible echar a andar la creatividad.
La pregunta más importante a resolver ahora es ¿cómo poner este propósito al servicio de los demás? Como lo dijo el poeta Kahlil Gibran: “El objetivo no es vivir para siempre; el objetivo es crear algo que lo hará”.