Raymond Kurzweil en 2005, a través de su «La Singularidad está cerca» dio a conocer su visión sobre los mecanismos que marcarían el progreso tecnológico de la humanidad en las próximas décadas. El libro es altamente recomendable. Una excelente y exhaustiva descripción del estado del arte de la ciencia y la tecnología en el año 2005, mayoritariamente vigente 10 años después.
Kurzweil nos viene a decir que, cuando cualquier campo de la ciencia es informatizada y monitorizada por ordenador, este campo experimenta un crecimiento exponencial. Esto se debe principalmente a la capacidad de cálculo de los ordenadores más allá de la capacidad humana y las facilidades inherentes al sistema informático. Acelerando el crecimiento lineal que venía experimentando la humanidad desde sus orígenes hasta mediados del siglo XX.
Su tesis central, la que llama ‘ley de los rendimientos acelerados’ es que la medida fundamental de la tecnología de la información siguen trayectorias predecibles y exponenciales, desmintiendo la creencia convencional de que no se puede predecir el futuro«. Sorprendentemente, estas tendencias son sin inmutarse por condiciones tales como la guerra o la paz y la prosperidad o la recesión».
La aplicación en las ciencias de la salud es un buen ejemplo. Hasta hace no demasiado sólo era posible el método de ensayo / error. Ahora podemos monitorizar el genoma humano y ver qué genes son responsables de qué, en tiempo real. Podemos saber si hay algún defecto en genes de organismos menos complejos que el nuestro y podemos reemplazar genes por otros (terapia génica) para potenciar según qué aspectos de la funcionalidad del individuo.
Estos sólo son algunos de los ejemplos aplicados al campo de la salud, pero los avances son ya imparables a todos los niveles. Si Kurzweil tiene razón, el año 2045 la tecnología no estará en nuestra vida diaria, sino que será nuestra vida. Parece pero que aunque nos estemos acercando al final de la Ley de Moore, y a pesar de la imposición de las leyes de la física natural, que ponen un límite al nivel de encogimiento que pueden llegar a los circuitos, este obstáculo podría ser superado gracias a la nanotecnología.
La pregunta es, ¿Qué pasará cuando se alcancen límites de la miniaturización superiores y la computación siga evolucionando? ¿Qué vendrá después?
La ‘singularidad tecnológica’ es una hipótesis que sugiere que la velocidad tan acelerada a la que progresa la tecnología provocará que la inteligencia artificial tarde o temprano exceda la capacidad intelectual de los humanos y por lo tanto el control que tenemos sobre ella. Esto cambiará para siempre la civilización o acabará con ella. Una idea increíblemente interesante y bastante aterradora. La ‘singularidad’, nos debe resultar ligeramente familiar porque es el tema en películas como Terminator o Matrix, que plantean un escenario en el que la civilización ha llegado a un estado en que las máquinas han sobrepasado la inteligencia humana. Hablamos de transhumanismo y posthumanismo.
Estas posibilidades son ahora mismo muy difíciles de comprender y aún más de predecir. Lo cierto es que hay quien ya se ha atrevido a decir que dentro de 20 o 30 añhttps://www.qtorb.com/2022/03/la-singularidad-esta-cerca-de-ray-kurzweil.html
os llegaremos a un nivel de súper-inteligencia que permitirá que la ‘singularidad’ suceda en algún momento. Quizá todo ello parezca sacado de un guion de película de ciencia ficción, pero algunos detalles coincidentes con la vida real, dan mucho para pensar.
Kurzweil no es un visionario, ni un escritor de novelas de ciencia ficción. Es un reconocido científico y sus predicciones se basan en datos estadísticos. De hecho, muchas de sus predicciones se han cumplido. Sólo por eso, hay que tener en cuenta lo que dice. Además, desde el año 2012 es el director de ingeniería de Google.
Con motivo de los 10 años de publicación de «La Singularidad está cerca«, el autor ha escrito Celebrating the 10 year anniversary of book the singularity is near que toca alguno de sus temas más controvertidos.
En cualquier caso, el debate está todavía en el plano de las hipótesis y las conjeturas. Tanto los que apoyan y consideran viable la singularidad, como aquellos que lo niegan categóricamente. Aunque es cierto que a Kurzweil hay que reconocerle que además de brillante es persistente. Así en 2010, preparó un informe («How My Predictions Are Faring«) donde analizaba extensamente cada una de sus 147 predicciones tecnológicas para 2009 de uno de sus anteriores su libro «La Era de las Máquinas Espirituales«, escrito en los 90s y que fue como conocí a Kurzweil. El citado informe valoraba que:
Hice 147 predicciones para 2009 en ‘La Era de las Máquinas Espirituales’, que he escrito en la década de 1990. De ellos, 115 (78%) son totalmente correctos a partir de finales de 2009, y otros 12 (8%) son «esencialmente correcta». Por tanto, un total de 127 predicciones (86%) son correctas o esencialmente correctas. Otro 17 (12%) son parcialmente correctas, y –sólo- 3 (2%) están equivocadas.
El futuro sigue siendo una hoja en blanco, aunque algunos hace años que escriben el guion. Hay más incógnitas que certezas. Como comentan Albert Cortina y Miquel-Àngel Serra en ¿Humanos o posthumanos? “¿Estamos dispuestos a aceptar una especie humana mejorada tecnológicamente a partir de la transformación radical de sus condiciones naturales? ¿Qué papel desempeñan la conciencia, la ética y la democracia para controlar los abusos en este proceso?” El debate será largo.