Hace un par de semanas leí un artículo Nuevas reglas de mercado (J.Llopis) que me gustó e inspiró de cara a un inicio de temporada, intenso en todos los sentidos. Son un conjunto de reglas necesarias porque -como dice su autor- “ante la nueva economía global, no se pueden aplicar medidas de política económica de hace veinte años”.
Sólo con ánimo de compartir algunas experiencias directas, muchas conversaciones y unas cuantas lecturas, me ha parecido interesante escribir mi propia lista. Quizás porque vivimos tiempos acelerados, de importantes cambios para los que nadie nos preparó. Sectores enteros sometidos a tremendas sacudidas. Modelos de negocios obsoletos o emergentes, en cuestión de meses. Sectores que sobreviven sospechosamente en la edad de las cavernas. Oligopolios dominantes, creados o mantenidos a golpe de BOE. Un mundo complejo para el que no existe mapa, brújula o GPS.
La obsolescencia del viejo recetario se hace más evidente si empezamos a hacer caso aquellos que se refieren a la situación actual como la nueva normalidad. Admito que cada vez me inclino a pensar que lo de ahora no es coyuntural, va para muy largo. Tan largo que hay que habituarse a ello como lo normal, no como algo excepcional y pasajero. Sería una ironía que después del estéril debate de si la crisis tenía forma de “V” ó de “U”… la cosa se pareciera más a una “L”.
De las pocas cosas que tengo claras, es que no puedes estar quieto, escondido, esperando que amaine. El tiempo sigue corriendo y la partida de tu vida se sigue jugando. Las oportunidades están ahí, dicen. Pues habrá que salir a buscarlas. No son tiempos para refugiarse en los cuarteles de invierno. Quizás quieran hacerlo los que viven de rentas. Pero como no es mi caso, ni el de la mayoría de los mortales, hay que seguir escribiendo el guión y jugando.
Por esta razón, estoy convencido que la lista que encontrarás a continuación, a diferencia del pasado, ya no es sólo de interés para un emprendedor, empresario o el directivo. Para nada. Su lectura y comprensión, son aptas y recomendables para cualquiera -desde el empleado al empresario- que pretenda abrirse paso y sobrevivir. Los roles fijos, también son cosa del pasado.
Son tiempos de contradicciones. De extremos. De cambios rápidos y continuos. Puede que tenga que empezar a dar crédito a las palabras de una amiga experta en recursos humanos y organizaciones, que hace tiempo me advirtió “en el mundo empresarial vamos hacia un mundo de trincheras y de guerra de guerrillas”.
Así las cosas, creo que cada cual debería tener sus propias reglas. Aquellas que hay que tener escritas en algún sitio y que hay que releer y recordar de vez en cuando. Para no perder el camino o justamente para no seguirlo.
Aunque absolutamente provisional, esta es mi lista:
1. Cuestiónate el statu quo
2. Piensa el negocio desde internet
3. Es mejor ser ágil que grande
4. Encuentra un nicho y crea algo nuevo.
5. El cliente es el amo y se fía más de sus amigos que de tu marca
6. Mira fuera, no dentro.
7. Contrata gente apasionada y con iniciativa, no los mejores currículums
8. Lo mejor a largo plazo, pero paga a final de mes.
9. Mejor poco (ingresos) de muchos (clientes), que mucho de pocos
10. Si la innovación no mejora tu oferta, no aporta valor
11. Hazlo simple
12. Se honesto y transparente
13. Mejor mantener el ritmo alto, que tener una gran velocidad punta
14. Afina la puntería… un poco más
15. La innovación como estado mental colectivo. Sí, tú también.
16. No adaptes la empresa a tu agenda personal
17. Si nadie del equipo directivo tiene blog personal, preocúpate
18. La “mesa” de tu vida no puede cojear, todas las patas (profesional, personal, social, familiar) tienen que tener la misma longitud
19. Compartir es multiplicar. Comparte o muere